viernes, 27 de noviembre de 2015

Hacia la preservación y recuperación de la fauna silvestre en Coahuila

Al igual que otras regiones del país y del mundo, el estado de Coahuila afronta el problema de especies de mamíferos en peligro o con amenaza de extinción, a raíz del deterioro de los ecosistemas y en consecuencia de sus hábitats, ya sea por efectos naturales o por la acción del hombre. 
  Ecologistas de la sociedad civil y autoridades de los distintos niveles de Gobierno mantienen campañas permanentes para la preservación y recuperación de la fauna silvestre; sin embargo, la magnitud de la tarea todavía requiere una mayor participación y conciencia de la población en general. 
     Con una extensión territorial de 151.67 kilómetros cuadrados, Coahuila  es el tercer estado más grande de la República Mexicana; su orografía está compuesta básicamente por estepa semidesértica, áreas desérticas y zonas boscosas por lo que su biodiversidad es muy rica.
   De la superficie coahuilense, un 3.4 por ciento se encuentra bajo protección ecológica oficial. La zona de Maderas del Carmen que comprende 208 mil hectáreas de los municipios de Múzquiz, Acuña y Ocampo, es una de las áreas protegidas, tanto en su flora como en su fauna; otra la constituyen 84 mil hectáreas del municipio de Cuatrociénegas, donde habita el mayor número de especies endémicas de la entidad, en tanto que 324 mil hectáreas de los municipios de Jiménez y Sierra Mojada, forman parte de la Reserva de la Biósfera Mapimí, cuya mayor extensión se encuentra en el estado de Durango.
   
Entre las especies de mamíferos que se encuentran en peligro de extinción en la entidad, se encuentran: el bisonte, el castor, el oso negro, el perrito de la pradera y el berrendo; en tanto que algunas otras como el lobo mexicano y el borrego cimarrón prácticamente ya desaparecieron, aunque están en proceso de recuperación.
     La Secretaría del Medio Ambiente (SEMA) de Coahuila, en su sitio oficial de internet, precisa cuál es la situación de los mamíferos que habitan en el estado y que –en su gran mayoría- no son exclusivos de aquí sino que también existen en otras regiones del norte de México y de Estados Unidos y Canadá.

Nombre científico
Nombre Común
NOM-059-2010
Endemismo
Bosbison   
Bisonte
En Peligro de Extinción

Castor canadensismexicanus  
Castor
En Peligro de Extinción

Choeronycteris mexicana   
Murciélago trompudo
Amenazada

Cynomysmexicanus   
Perrito de la Pradera
En Peligro de Extinción
Endémica
Erethizondorsatum   
Puercoespín
En Peligro de Extinción

Eudermamaculatum   
Murciélago Pinto
Sujeta a Protección Especial

Herpailurusyagouaroundi  
Jaguarundi
Amenazada

Lasionycterisnoctivagans  
Murciélago Pelo Plateado
Sujeta a Protección Especial

Leptonycteriscurasoae   
Murciélago Hocicudo de Curazao
Amenazada

Lontralongicaudisannectens  
Nutria
Amenazada

Leptonycterisnivalis  
Murciélago Hocicudo Mayor
Amenazada

Myotisplaniceps   
Miotis de Cabeza Plana
En Peligro de Extinción
Endémica
Notiosorexcrawfordi    
Musaraña desértica Norteña
Amenazada

Ondatrazibethicus   
Rata Almizclera
Amenazada

Oviscanadensis   
Borrego Cimarrón
Sujeta a Protección Especial

Scalopusaquaticus   
Topo Occidental 
En Peligro de Extinción

Sorexmilleri   
Musaraña del Carmen
Sujeta a Protección Especial
Endémica
Taxideataxus   
Tejón
Amenazada

Ursusamericanuseremicus   
Oso Negro
En Peligro de Extinción

Vulpesmacrotis    
Zorra Norteña
Amenazada

Antilocapra americana 
Berrendo
En Peligro de Extinción


Está clara la relevancia que la flora y la fauna tienen en la vida en el planeta.
       En su artículo, “La flora y fauna silvestres en México y su regulación”, el especialista Pablo Zamorano de Haro, destaca que ambos recursos “son elementos de la biodiversidad, representan valores éticos, culturales, económicos, políticos, ecológicos, recreacionales, educativos y científicos, que han ido de la mano con el desarrollo de la humanidad y la historia de la tierra. México es el tercer país más megadiverso en el mundo, ocupa el primer lugar en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas. Es prioritario proteger y conservar los ecosistemas y hábitat representativos del país para procurar la sustentabilidad de los recursos naturales”.

     Por su parte, la propia SEMA establece: “Nuestro Estado cuenta con una enorme riqueza en cuanto a recursos naturales y biodiversidad, es por ello que es del interés del Gobierno del Estado de Coahuila de Zaragoza, fomentar la protección, conservación y restauración de los ecosistemas. A su vez contamos con una gran planta productiva que mantiene una economía saludable, que requiere para desarrollarse un ambiente sano en el que los habitantes de las diversas regiones del Estado encuentren las condiciones adecuadas para vivir en armonía con el medio, por ello es necesario gestionar las políticas públicas mediante las herramientas legales, políticas y sociales que nos lleven a lograr un equilibrio sustentable y sano entre la sociedad y el medio ambiente, fomentando una educación ambiental integral como punto de partida.” 
    Los especialistas coinciden en que son los fenómenos naturales y las acciones del hombre, las principales causas del deterioro del hábitat de la fauna silvestre y en consecuencia de la disminución e incluso desaparición de las especies; sin embargo, cada vez son más consistentes los esfuerzos para conservar y restituir este recurso que puede ser renovable y sustentable. 
     
  La fragmentación del hábitat, el crecimiento de la población humana y el aprovechamiento inadecuado, entre otros factores ha provocado la disminución de las poblaciones de vida silvestre y en algunos casos su desaparición en diferentes regiones del estado.
      En cuanto a la acción del hombre, la Subdirección de Vida Silvestre de la SEMA, lo expone así: “históricamente, la expansión humana ha enfrentado directamente a la vida silvestre, lo que ha puesto en peligro a muchas especies y su hábitat naturales. Analizando esta circunstancia, se aprecian dos enfoques que en principio se identifican como antagónicas por excelencia, por un lado el desarrollo socioeconómico y por otro la permanencia del medio ambiente natural, en donde el cuestionamiento por décadas ha sido cómo permitir el desarrollo de una sin destruir a la otra.”
     De tal controversia surge el esquema de la sustentabilidad, el cual asume como principio que dichas esferas no son necesariamente contrarias y que ambas requieren estar interrelacionadas para garantizar su permanencia. Por un lado, la sociedad humana ha sido principio y evolución de esta diversidad biológica y, por otro, la vida silvestre necesita del esfuerzo humano para subsistir.
   En este contexto, se han desarrollado estrategias para incrementar el conocimiento y uso de los recursos naturales con los que actualmente se cuentan en Coahuila, e implementado programas y proyectos a corto y mediano plazos, con lo que se espera lograr su conservación y aprovechamiento.
   
 Además de campañas de concientización y participación en pro de la fauna, se han dispuesto también mayores controles y vigilancia en actividades como la cinegética, en virtud de que Coahuila es el tercer estado en la práctica de la cacería recreativa, sólo detrás de Tamaulipas y Nuevo León, que anualmente atrae a unos 6 mil cazadores, un 80 por ciento de ellos extranjeros.
     Una medida muy llamativa y particularmente importante por sus resultados positivos es la repoblación de especies desaparecidas. En los años recientes, se han traído a las regiones centro y norte de la entidad 125 berrendos y 100 borregos cimarrones, que se extinguieron de suelos coahuilenses en la década de los 40.
 
También, las autoridades del medio ambiente, en coordinación con asociaciones no gubernamentales introdujeron el guajolote silvestre (meleagris gallopavo) en el municipio de Arteaga, ubicado en el sureste de Coahuila, en donde un rancho cinegético ha logrado la reproducción de bisontes, luego de que 10 ejemplares de ellos fueron traídos desde Canadá en 1976.
     Y actualmente, en la capital de Coahuila, Saltillo, el Museo del Desierto se prepara para recibir y albergar a 6 ejemplares vivos de la especie lobo gris mexicano, procedentes de Estados Unidos. 
  
     Las dependencias públicas del sector coinciden:Conservar la vida silvestre y la biodiversidad en general, no puede ser, como todo el mundo sabe, un propósito caprichoso y ajeno a una racionalidad practicable. Las voluntades y los recursos necesarios para la conservación pueden fluir desde el ámbito privado o desde el sector público, sólo cuando hay información compartida, cuando hay beneficios identificables para los actores involucrados o cuando hay una fuerza de opinión suficientemente densa y amplia que otorga valores patrimoniales o existenciales a los elementos más conspicuos del maravilloso acervo natural mexicano.

Referencias:





Fotografías:




basica.primariatic.sep.gob.mx


Reflexiones:
¿Por qué elaboré este texto?
Estoy convencido que es un buen tema, interesante e importante para todos. Además, me permitía cumplir con la tarea.

¿De dónde partí?
De uno de los textos del material de trabajo: Mamíferos mexicanos en peligro de extinción. Y comence a indagar la situación en Coahuila. Hice acopio de abundante información, luego la depuré, y traté de estructurar el texto.


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